Helloooo,
La verdad esta mini carta me daba miedo subirla porque hablo muchísimo de mi sentir últimamente, es algo soñador pero lo escribí en un momento que estaba inspirada jajajaj. La tenía en mis borradores, la estaba leyendo hoy y me encantaría compartírselas para que no nos dé miedo vivir soñando pero sobre todo que no se nos olvide disfrutar del viaje.
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Todavía no llego a donde quiero estar, pero estoy trabajando en mi para conseguir lo que tanto deseo. Razonablemente lo siento lejos pero cierro los ojos y lo siento tan cerca, como un susurro al oído que me eriza la piel de tan solo sentirlo en mi cuerpo. Y eso me hace sentir que puede estar en mis manos, que lo es una posibilidad pero sobre todo, que existe.
Sé que falta mucho pero tampoco me quiero perder del ahora, porque a veces el camino se disfruta más que el destino; los amaneceres del viaje, las noches estrelladas y las resacas de sentir demasiado. Disfruto la vista que me brinda el camino y disfruto cada parada que hago, porque siempre termino conociendo grandes personas que me dejan marcada, que juntas forman el mosaico que soy; las paradas también me han quitado cosas, a veces pierdo partes de mi que no me quiero desapegar, pero me reconforta el pensar que si uno va lejos, tiene que ir a carga ligera. Así que ahí voy, perdiendo partes de mi, partes que pensé que eran mías pero ya no lo son más; expectativas, juicios y uno que otro miedo.
Que nadie venga a decirme lo que es la vida, prefiero vivirlo en carne propia que escucharlo a través de las bocas ajenas. Y es que nunca me ha gustado estar en la banca, prefiero estar en la cancha porque se aprende mejor haciendo ahí uno sus jugadas y apuestas que estando en las tribunas y a salvo, aunque se llegue a perder todo. Aquí queremos sentir la vida a su máxima expresión, jugar y perderle miedo a ensuciarnos de lodo porque hemos brincado en el, porque hemos dejado que la lluvia nos moje y aprendimos a bailar tan bien en ella que ya no da miedo si al día siguiente cogemos un resfriado. La verdad así se agarran las mejores defensas, las defensas de el juego de la vida.
Qué alegría cumplirnos nuestros sueños cuando son cosas que las eliges todos los días, cuando son cosas que nos metemos con los dos pies. Qué alegría cumplirnos todo eso que sentimos una vez tan lejos, que nos dejan como prueba que lo que hoy soñamos, mañana también podrán ser nuestra realidad.
Siempre que duermo, en mi almohada existen todas esas cosas que me muero por vivir, como si tuviera una plaga de sueños que se meten a mi cabeza cada noche. Siento esa energía en mi pecho que me dice que viva a mi manera, sin miedo a que digan los demás. A que diga mi verdad, fuerte y claro, a que siga mi intuición, esa voz que siempre termina teniendo razón. Que basta con solo cerrar la puerta al ruido de afuera para escucharme por dentro; porque hay tantos espectáculos que quiero observar, lugares que quiero visitar, tanto por aprender, tanto por sentir y verdades por matar.
Tal vez suene muy soñadora, pero es lo que me mantiene viva; la esperanza y la emoción de lo que viene. De dejar de hacer copy paste al pasado y empezar a escribir el futuro lleno de posibilidades que existe. Me encanta hablar con emoción de mi futuro porque siempre pasan cosas mejores de las que tengo en mente. No les voy a mentir que a veces me pide demasiado y quiero dejar todo porque uno se cansa de caminar y luchar, porque aterra la incertidumbre, pero siempre son más las razones que me da para seguir confiando en ella, porque la vida te arrebata para darte más.
Siempre termino agradecida de guiarme por ella, por más miedo que tenga, por más que tenga que agarrar valor para seguir. Viendo al miedo a los ojos y retándolo, al final de cuentas la mayoría de las veces termina siendo más chiquito que lo que me había creado en la cabeza.
Así que ahí voy, a veces bailando y otras con lagrimas en los ojos. No sé cuanto va a durar mi viaje o si en realidad haya un destino al cuál llegar, pero de la cosa que si estoy segura es que a dónde me lleve la vida, desde hace mucho tiempo la estoy viendo con ojos de turista; así que aquí me tiene disfrutando de la vista. No me quiero imaginar cómo será al final, si estando en camino me tiene enamorada con lo que hoy me ha dado el gran artista.
Aún no llego, pero también quiero disfrutar del lugar donde me encuentro, que la vida se va tan rápido, se desvanece como arena en las manos; que quiero guardar en mi mente la mejor fotografía de mi presente, pero sobre todo, no quiero olvidarme por las prisas de cómo se respira hoy, que cuando uno quiere regresar ya nunca se vuelve a respirar igual.
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Te deseo que disfrutes el camino, que por las prisas de querer llegar no se te olvide disfrutar de lo que es en el presente, porque siempre damos por hecho lo tenemos y terminamos extrañando tantos pasados. Llénate la cabeza de sueños pero disfruta y agradece lo que es hoy, para que en el futuro voltees y te sientas satisfecho de haber dado lo mejor sin arrepentimientos de haber podido disfrutado más lo que es el ahora.
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-Your fellow writer
DMSO