Es la tarde del 30 de diciembre del 2024. Hace mucho frío en mi casa.
Hace unos días vi de recuerdo una publicación que hice hace un año en el que decía que las cosas en un año no iban a ser iguales como lo eran en ese momento. La versad es que la vida es un constante cambio en espiral, pero jamás me imaginaba el giro que me esperaba este 2024.
Me gusta platicar con las personas y conocer sobre sus ideas, su manera de pensar y su filosofía de vida. Recuerdo que en 2017 tenía un amigo que le decían “el barbas” (no sé qué haya sido de su vida) que me enseñó que la vida no tiene por qué ser blanco y negro, bueno y malo, que dentro de esos dos colores existe una gama de grises inmensa que debemos de aprender a ver.
Este año, eso me ha costado muchísimo.
2024 ha sido un año un contraste de colores; el pasar por momentos muy fuertes de salud, salirme de mi casa, graduarme, y enamorarme despúes de tanto tiempo, me hacen muy dificil ver la gama de grises que existe el blanco y negro.
El tema de la ansiedad es algo con lo que definitivamente no quiero identificarme, no quiero tener la etiqueta en la frente de que soy ansiedad. Aunque mi psicóloga me dijo que el transtorno de la ansiedad ya lo tiene mi cuerpo en su programación, no quiero identificarme como una persona que tiene que estar medicada para poder seguir su día a día. Diagnóstico no dicta destino.
Me gusta pensar mi vida como un barco. El timón lo manejo yo. La marea y el clima determina que tan dificil es manejarlo. A veces hay calma y tengo el control y otras veces me duelen las manos de sostener el timón. Pero el control y la dirección de mi del barco de mi vida siempre lo tendré yo.
Así, que mi barco, por un momento no fue mío, la ansiedad no la podría controlar yop. El timón giraba y giraba y me rozaba las manos, dejando un barco a la deriva. Luego, con el tiempo, el clima mejoró y las olas las controlaron. Fueron unas olas tan dificiles de tomar, pero el barco siguió a flote, sin importar el tamaño de las olas que por poco tumbaban el barco.
Ahora, a un día de terminar el año, puedo decir que pude navegar por esas aguas profundas y peligrosas. Eso me ha convertido en una excelente navegadora; una navegadora de la vida que cuenta con la experiencia de haber transitado esos mares.
No digo que los cinco mares ya los puedo transitar así sin más, pero estoy segura que sé reconocer cuando el cielo se pone gris y los truenos invaden el cielo con su sonido, cuando el viento se torna frío y empiezo a temblar.
Y eso no tiene por qué ser algo negro en mi vida, porque las sensaciones físicas de la ansiedad fueron una guía para haber llegado a tocar tierra sin querer. Fue brujula para haber cambiado de rumbo, como Cristobal Colón que al tomar una nueva direcciónse encontró con un América. Así yo, llegué a este momento.
También, recuerdo que en enero fui a la boda de mi amiga Andrea. Recuerdo que habia rentado un vestido hermoso para esa fiesta, me sentía ufff. Pero al momento de ponerme el vestido para irme a la boda, no subía el cierre, se había atascado y yo no podía hacerlo porque la posición de mis manos no daban para ponerlas en mi espalda. No había nadie en mi casa, mi hermana ya estaba en la misa, mi hermano y mi mamá en un mandado y yo ya me tenía que ir.
Tuve que hablarle con toda la pena del mundo al vecino de enfrente para que me ayudara sin éxito alguno. Yo creo que me tuvo compasión o lastima jajajaja. Con la pena, en todo el camino me fui con el cierre del vestido a medio abrochar.
Y ahí, me sentí tan tan sola. La mujer que todo lo podía hacer, la independiente, la que resolvía no se podía subir el cierre de su vestido…
No sé, de repente tuve un sentimiento que jamás había experimentado. Siempre he sido yo, he disfrutado dar vueltas por ahí, reir, zapatear, todo lo he disfrutado muchísimo, pero nunca había tenido ese sentimiento o ese anhelo de tener a alguien: alguien quien pudiera ayudarme a subir el cierre de mi vestido.
Me da risa, porque, quiero aclarar que esta carta solo es para recordar cosas que me pasaron este 2024, pero se me hace chistoso como a veces la vida te pone las cosas enfrente, cuando menos te lo esperas.
Ese sentimiento de vacío, no sabía que pronto se llenaría por alguien que (aunque se escuche millenial) precisamente me contestó la historia que subi en donde traia mi cierre abajo en el uber.
Y puedo decir, que este año termino con muchas lecciones que no quiero borrar de mi mente, las voy abonando a mi bolsita de aprendizajes que cada persona tiene consigo hasta que deja los zapatos raspados de experiencias.
Este año, despúes de mucho tiempo puedo seguir tomando el timón de mi vida para seguir en este mar de mares, mar de aprendizajes, mar de vida.
Despúes de mucho tiempo, termino el año con el corazón contento, porque hice lo mejor que pude y estabilicé el barco a pesar de la marea y el mal clima.
Despúes de mucho tiempo, termino el año enamorada de una persona increíble, una persona que hace todo por verme feliz, pero no sabe que mi felicidad es el tiempo con él cada que toca mi mano y me hace sentir una calma pero al mismo tiempo una revolución. Como el mar, calma y fuerza a la vez. Que no sé lo que pase en el futuro, pero cada momento a su lado lo disfruto como si siempre nos hubieramos extrañado. Ha hecho que le pierda el miedo querer otra vez. Sin darme cuenta, despúes de mucho tiempo, estoy con alguien que me ayuda a subir el cierre de mi vestido. Y me encanta.
Para cerrar esta carta, les quiero contar que hice una lista de propósitos este año, que me gustaría compartirla con ustedes para que la hagan y sirva como cimiento de lo que quieren lograr el siguiente año, para tener claridad, estructura y sobre todo porque (al menos en mi caso) lo que escribo se me queda grabado el triple.
Normalmente todos los años lo hago, y es divertido regresar y divertirte con lo que lograste y habías olvidado que era parte de tu propósito de año nuevo. Tal vez no odo podemos lorgrar pero es una brújula para tener idea de la dirección de nuestros próximos pasos.
Luego con calma, les explicaré el por qué de cada uno.
Les quiero y les amo, gracias por permitirme crear este espacio como un lugar seguro y poder compartirles un cachito de mi vida.
A ver qué escalas de grises nos muestra la vida el siguiente año. Mientras tanto, recuerda que el timón es tuyo.
-Your fellow writer, dmso.